Toro Jubilo en Medinaceli

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Durante este fin de semana pasado, y más concretamente el sábado por la noche, se ha celebrado la «milenaria» fiesta del Toro Jubilo en Medinaceli. El Toro Jubilo es el único toro de fuego que pervive en Castilla y León y pese a las protestas de las asociaciones animalistas, ha cumplido de nuevo este sábado por la noche su ritual, seguido por casi 3.000 personas y protegido por fuertes medidas de seguridad para evitar que fuera boicoteado. 

torojubilo2En torno a medio centenar de agentes de los Cuerpos de Seguridad del Estado se desplazaron desde Zaragoza para reforzar el dispositivo -formado por más de cien guardias-, y realizar un cordón de seguridad que evitó la presencia de animalistas en la plaza Mayor medinense donde se realiza esta tradición milenaria.

Hace dos años, una veintena de animalistas se encadenó en la madera donde el toro es atado para proceder a su embadurnado de arcilla, lo que provocó un retraso de casi una hora en el inicio del festejo hasta que, uno a uno, fueron desalojados del albero.

Finalmente y a pesar de pequeños incidentes, la tradición ha vuelto a cumplirse un año más, cuando una veintena de mozos y colaboradores han sacado de los toriles, pasadas las once y media de la noche, al toro ensogado, -un utrero de 400 kilogramos procedente de la localidad aragonesa de Gallur-, para amarrarle a un poste situado en la plaza Mayor.

Los mozos han colocado a continuación un armazón de hierro en la testuz del animal inmovilizado, y en el mismo han sujetado las bolas de pez, elaboradas previamente con estopa, aguarrás y azufre, y han embadurnado de barro los lomos y la testuz del astado, como protección contra el fuego.

Uno de los mozos, el que ha pujado más por hacerlo, ha cortado la soga para que, sin más esperas, el toro de fuego protagonizase un año más durante más de media hora carreras en la plaza Mayor, entre los engaños de los aficionados y sorteando las cinco luminarias encendidas en el improvisado albero y que representan a los cinco mártires de los Cuerpos Santos -Arcadio, Provo, Pascual, Eutiquiano y Paulino-, patrones de Medinaceli.

El origen del Toro Jubilo

La tradición de este festejo fue documentada por el Ayuntamiento medinense a primeros del siglo XXI, un trámite que se culminó ante la Junta de Castilla y León en 2002, con la declaración de festejo taurino tradicional.

En el Archivo de los Duques de Medinaceli hay constancia de que el Toro Jubilo fue presenciado desde el balcón del Palacio Ducal en la noche del 29 de diciembre de 1559 por el rey Felipe III y su esposa, tras su luna de miel. toro-jubilo

Los primeros documentos escritos sobre el Jubilo de Medinaceli -los hay de 1490- apuntan que el toro se corría en honor de visitantes ilustres que llegasen a la villa o para celebrar acontecimientos importantes, como en julio de 1837 para solemnizar la jura de la Constitución española de aquel año.

El rito del toro y el fuego llegó a Medinaceli, enclavado en el valle del Jalón, desde el Levante español.

La opinión más extendida considera que tiene orígenes celtíberos, una de cuyas tribus -los Tittos- poblaron esta comarca y la antigua ciudad de Ocilis.

Con el rito se estaría conmemorando la victoria de los celtíberos sobre los cartaginenses en la batalla de Hélice (Elche, Alicante) en el año 229 a. C. en la que el caudillo celtíbero Orisón lanzó contra el campamento cartaginés de Amilcar Barca carretas de tea, sebo y azufre tiradas por bueyes que portaban en sus atas haces de paja ardiendo y provocando la desbandada de los sitiadores cartagineses.

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